martes, 28 de mayo de 2013

Noches de tango en la Milonga Dominguera


William Aguilar T.

Para todos los que disfrutan de bailar un buen tango o simplemente buscan una actividad diferente la noche de un domingo, no tienen mejor opción que arrimarse a la Milonga Dominguera, la oportunidad perfecta para disfrutar de clásicos suramericanos acompañados de un buen vino y con gente dispuesta a bailar toda la noche.

La actividad se da cada segundo y cuarto domingos de mes en el Café Cambalache, en San Pedro de Montes de Oca, un lugar donde conviven la comida orgánica internacional, el diseño y la buena música.

El ambiente, una mezcla de tendencias y culturas que más que interactuar, conviven en un mismo punto. Comenzando por su dueña, Christina Aravena Berger, chileno-alemana de padre argentino, el lugar muestra en todo su espacio un refugio multicultural que halla en la milonga, el tango y el “vals criollo suramericano” un punto de encuentro.


La Milonga Dominguera lleva realizándose desde hace ya tres años en que se ha generado todo un grupo de fieles que tienen marcadas las fechas milongueras dentro de sus prioridades. Noches en que pueden disfrutar desde los clásicos de Francisco Canaro, Carlos Lisardi y Lucio Dinarde; hasta variaciones modernas como Bajo Fondo, Putumayo y Gotan Project. 

El baile comienza a las 5:00 pm y se extiende hasta pasadas las 10 de la noche. En él, sin importar si se es un bailarín experto o un completo novato, cualquiera que llegue tiene la pista abierta, esto sumado a la cordialidad de los asistentes, siempre dispuestos a dejarse llevar por el tango en los brazos de los nuevos allegados.

Cordialidad es justamente la palabra y así lo cuenta Oscar Retana, quien lleva seis años en el apasionante mundo del tango y dos de visitar la Milonga Dominguera. “Aquí nadie se pone de acuerdo para venir, todos venimos solos porque ya sabemos que nos encontraremos a la gente de siempre y hallaremos con quien bailar”.

Marcela Solano opina de forma similar, esta joven con tres años de seguir las milongas por distintos lugares del país nos dice: “El tango es para gente no empareja, más bien es raro ver parejas bailándolo, pero cuando una pareja lo hace, verdaderamente se les nota”.

Aunque por supuesto hay parejas que se han sumado a este estilo de vida, como la de Brenda Herrera y Guillermo Hernández, un matrimonio que con 27 años de casados dicen que han encontrado en las milongas una forma de salir de la rutina y revitalizar su relación.

A la cita se suma gente de todo lado, así como de todas las edades, en esta oportunidad se dejó ver bailarines de Argentina, España, Alemania, Estados Unidos e, incluso un visitante de la India, por supuesto con una mayoría costarricense.

Justamente el visitante hindi, sin si quiera hablar español cuenta que se suma a la actividad motivado por la pasión tanguera: “La gente aquí es muy agradable y esta clase de oportunidades dan la posibilidad de conocer a la gente”. Este es precisamente uno de los alicientes que trae consigo esta experiencia.

Disfrutar del baile, conocer gente, participar de una práctica nueva o incluso sentarse a comer y observar a los más duchos. “Es la primera vez que vengo, me trajo una amiga, pero la verdad que es un placer solo ver a la gente moverse, ver los pasos, las miradas, incluso los zapatos”, cuenta Michelle Cartín quien posiblemente sea una nueva aficionada de las milongas.  



DÓNDE : Café Cambalache, De la antigua Subaru, 200 sur y 75 este, San Pedro de Montes de Oca

CUÁNDO: Cada segundo y cuarto domingos del mes, de la 5:00 pm en adelante

CONTACTO: cambalachecostarica@jime.com y en facebook/ Café Cambalache

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